Aquellos cielos oscuros y salpicados de estrellas, la ominosa presencia del satélite Caronte en el firmamento, el suelo sempiternamente blanco, la nieve en forma de arena porosa y suave, las montañas picudas y amenazadoras...La Ciencia Ficción siempre ha sabido nutrirse del avance de la ciencia, de este modo es capaz de imaginar nuestros futuros para bien o para mal. Advertirnos es otra de las constantes en buena parte del género y es que Mi vida en Plutón de Pedro Pablo Picazo tiene como hilo conductor la advertencia de un desesperado químico.
Estamos en el 2015 y la sonda espacial New Horizons ha llegado a Plutón, cuando las imágenes de este mundo insólito empiezan a adueñarse de los medios Fulton tiene la certeza de que ya ha estado en Plutón.
Desde la primera página Pedro Pablo nos hará partícipes del misterio, nos conmoverá con un personaje que no cejará en su empeño y descubriremos un par de secretos acerca de este planeta que sigue alimentando la imaginación la humanidad.
Mi vida en Plutón parte de una premisa singular, pero que logrará engancharnos hasta desembocar en un final que si bien no es glorioso, sí podríamos calificar de poético.
Lo primero que Fulton pensó era que había soñado con aquel sitio. De alguna forma, que no podía entender ni explicar, había logrado cruzar en sueños la galaxia y estar físicamente presente en Plutón, sobreviviendo a sus duras condiciones climatológicas.
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| Foto de Diego Sanchidrián Rubio. |
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