LO MÁS CRUEL QUE SE LE PUEDE HACER A ALGUIEN ES AMARLO. EL LÍMITE INFERIOR, DE NERE BASABE

Nere Basabe. Fuente.

A veces, lo más cruel que se le puede hacer a alguien es amarlo.

La cita que actúa a modo de título de esta entrada pertenece a la novela El límite inferior, de la escritora Nere Basabe. La autora a través de cuatro personajes atrapados un fin de semana en La Solana, un pueblo costero del Levante español, explora los claroscuros y los intersticios de la existencia. 

Todo comienza con Víctor y Valeria, un matrimonio que se detesta, que llevan años sin cruzar una mirada a pesar de que la mayor parte del tiempo comparten el mismo espacio.

Brigitte es una guía turística nacida en Francia; Breogán es un artesano cuya única compañía es su perra Odisea: se cruzan continuamente a lo largo de toda la novela sin llegar a reconocerse, sin conectar.

 —Joder —en el asiento del copiloto, una mujer que se parece a un vestido de fiesta arrugado sobre una silla y que responde al nombre de Valeria no alcanza a glosar el parte meteorológico con otra palabra.

Hay dos partes diferenciadas: Vientos y Mareas. Dentro de cada una de las partes mencionadas anteriormente los capítulos reciben los nombres de distintos tipos de vientos y mareas: alisios, mistral, tramontana; pleamar, bajamar, marea viva y marea muerta.

¿Qué separa a estas dos partes? Un accidente de automóvil y una desaparición. 

La estructura es circular (algo que me encanta) la primera es escena es la de Víctor y Valeria en el interior del coche, poco antes de llegar a la Solana y todo termina con su regreso a Madrid, en el interior de un vehículo.

 Valeria es el jarrón de porcelana y es el balón que acaba de romperlo.

El límite inferior no es una novela amable, su carácter intimista y la belleza de la prosa de la autora contrastan con la oscuridad y el hastío vital, con la inactividad y la sumisión de estos personajes. Habla de los pozos, de lo hondo que puede llegar a sumergirse el hombre cuando cree haber tocado fondo, que nada peor puede aguardarle.

Los pensamientos, diálogos, el parte meteorológico (que parece un reflejo de los acontecimientos que sacuden a la Solana: lo que es arriba, es abajo), las noticias en los medios... todos estos hilos de realidad se mezclan y confunden en la red tejida por Nere Basabe.

La discusión inmediatamente anterior se pierde en las brumas de una prehistoria íntima.

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Y, a lo lejos, los ribetes blancos como puntillas bordadas de la mar erizada.

La Solana vive del ocio y el turismo, en esta obra no se nos muestra únicamente la parte reluciente, sino la otra cara de la moneda, esa oscura en la que la corrupción y los egoísmos personales se imponen a la ley y a los derechos de los otros.

Si algo tienen en común nuestros protagonistas es su condición de pusilánimes, se dejan arrastrar por la corriente y los vientos que dominan este pueblo costero.

Aderezada con retazos de filosofía, arte y referencias a autores como el francés Houellebecq, El límite inferior se revela como una de mis lecturas favoritas de este año junto a Los que duermen de Juan Gómez Bárcena. Por el momento solo me he aventurado en dos de las propuestas de la editorial Salto de Página y puedo decir que me alegra haberlo hecho.

El mundo de Valeria se organiza en torno a una taxonomía simple: cosas despreciables y cosas satisfactorias. De las primeras hay que apartarse, a las segundas hay que perseguirlas. Si Valeria leyera algo más que revistas de moda probablemente acabaría conviniendo que sus principios no están tan lejos del epicureísmo, aunque esto entraría en la categoría de las cosas desagradables, por lo que le supondría un conflicto.

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