PARADA 17 BLOGTOUR de la antología SUEÑOS: UN SUEÑO POR OTRO

Para los que no recuerden de qué va todo esto os resumo a grandes rasgos. Se trata de una nueva antología solidaria de la editorial Otros Mundos. Este proyecto nació gracias a  Isabel del Río y Joan Llensa. Todos los beneficios irán a Médicos sin fronteras.

Aquí tenéis un enlace con toda la información:  Aquí.

Yo participaré con mi relato Psicopompo, pero no estoy aquí para hablar de mi relato, sino para hablaros de mis compañeros. 

En esta ocasión os presentaré a dos nuevos autores de los muchos que comparten este sueño:

Griselda Martín Carpena. Nací en Barcelona, en el barrio del Poble Sec. Coautora de las antologías Qué me estás contando, Propera parada: Cornellà, Un mañana para Alicia y Cornellá mata. En el 2009 publiqué mi primera novela Mujeres en la sombra (Comanegra). Hacer de paciente no es fácil (de médico tampoco), fue mi segunda obra en solitario, se publicó en 2013. Muñecas de papel, antología ilustrada, se publicó en el 2014. En la actualidad combino el ejercicio de la medicina en Cornellá con la crítica cultural y la creación de novelas, relatos y cuentos infantiles.

“Camino sobre la arena blanca, húmeda y caliente. Esta vez percibo sensaciones diferentes, pienso y recuerdo. Creo que es la primera vez que soy consciente de sentir la fragilidad de mis pasos sobre esta playa, nuestra playa. Diría que hay más personas, sentadas en la orilla, mirando el mar azul metalizado, pero no nos hablamos. Si lo deseo, desaparecen al instante. Cierro, abro los ojos y ya no están.

Él todavía no ha llegado, y me extraña. Cuando aparezco por las noches delante de nuestro mar, camino lentamente hacia la orilla, donde las olas se convierten en espuma, donde sé que lo encontraré, como siempre. Al detectar mi presencia, se gira, sonríe y me siento a su lado. En ese momento reanudamos nuestra vida, vida que ha interrumpido la frágil vigilia”.

Menut es un friki que cuando se ilumina o las musas le tiran sandeces a la cabeza no duda en coger el ordenador y engordar la lista de ideas que no tiene explotadas; cuando puede, deja alguna por escrito a fin de demostrarle al mundo cuan bueno es. Y malo, no debe serlo, ya que ha conseguido un Ictineu, un Ovelles Elèctriques (y un finalista), un finalista de MiasMa y un finalista ARC-Catarsi; la revista Catarsi le ha publicado varios relatos, la Inèdits va por el segundo, y La Lluna en un Cove y MiasMa, uno cada uno. Y Otros Mundos ya lo ha invitado dos veces a sus antologías.

O quizás no es que no sea malo, quizás paga suficientemente bien. Vete tú a saber.

“Aaró abrió los ojos súbitamente. Los volvió a cerrar y se abroncó a sí mismo:

—¡Te has dormido! Una cosa así no te puede pasar ¡no eres un novicio!

Se puso de pié y recogió el zafu; lo guardó en un cajón al lado del resto de almohadones de meditar. Entonces, cuando se giró, se dio cuenta: ¡la pared había cambiado de color! 

—No puede ser... —De acercó a la pared y deslizó los dedos. Se miró la mano: no, la pared no estaba húmeda ¡no estaba acabada de pintar! ¿Cómo podía ser de color lila? ¡Siempre la había tenido de aquel verde apagado que le ayudaba a relajarse! Se quedó quieto mirándose los dedos, sorprendido. De repente, se dio cuenta: ¡el sueño! Se había dormido durante la meditación ¡y en su sueño la pared era de color lila!”

 ¡VUESTRA SIGUIENTE PARADA!

(18) Encuentros y desencuentros