Mandrágora

Las noches de luna nueva son las más apropiadas para practicar la magia negra. La persona que se hallaba aquella noche en los sótanos del castillo del rey Héctor lo sabía.

Título: Mandrágora.

Autora: Laura Gallego García.

Editorial: Pearson Alhambra.

Precio: 9,50 €.
Páginas: 169.
Sinopsis: Cornelius, el sabio de la corte del rey Héctor, desaparece en extrañas circunstancias. Se busca un sustituto inmediato, y el erudito Zacarías llega a la corte acompañado de su hija, la joven Miriam.
En las sombras, alguien conspira contra el rey para derrocarlo y apoderarse del reino. Miriam y Zacarías se verán envueltos en una trama de ambición, venganza y magia negra que pondrá sus vidas en peligro.

Una historia llena de  magia y misterio, adictiva de principio a fin. Lo he devorado en dos días.
Adoro a Miriam y a su padre, su amor por el conocimiento y los libros. Miriam es un personaje fuerte, que de pronto se ve arrastrada a un mundo que no es el suyo, pues en la corte del castillo no está bien visto que una mujer sea culta. Las doncellas son casi objetos de decoración, por desgracia. Pero Miriam no se amoldará a lo que se espera de ella. 
Otro personaje que me ha encantado ha sido Santiago, me parece adorable, a pesar de lo que pueda parecer en un principio. Y la verdad, me hubiese gustado saber más cosas sobre él.

—Un castillo como el tuyo, querido —le explicó—no debería conformarse con un sabio gris y desconocido.

—¿Ah, no?

—No

—confirmó la reina con energía—. Debe tratarse de un sabio famoso, un sabio a quien todos los reyes del mundo querrían tener. ¿Sabes quién fue el sabio de Alejandro Magno?

¡Nada menos que Aristóteles! ¿Por qué ibas tú a conformarte con menos?

—Querida, Aristóteles está muerto...

En este libro nos centramos en concreto en un tipo de magia: la nigromancia (relacionada con los muertos y el más allá), mi rama preferida. Caballeros espectrales, plantas mágicas, brujas, , nobles, amor, traiciones... Todo eso y mucho más se esconde tras estas páginas. 

El final ha sido un pelín brusco para mi gusto, aunque me haya gustado.

He leído algunas reseñas y por lo visto es uno de los libros de Laura que menos ha gustado. A mí personalmente me ha encantado, puede que no me haya marcado tan profundamente como otras obras de la autora, pero tiene ese toque especial tan típico de Laura Gallego. La verdad, yo sí lo recomiendo.