En Cosas que hago por amor, el blog de Marisa Sicilia, la autora confiesa que le cuesta escribir sobre sí misma, pero no hay mejor biografía posible que su propia bibliografía. Ha sido finalista durante dos años consecutivos del Certamen
Vergara-Rincón de la novela Romántica con sus novelas La dama del paso y
El juego de la inocencia. Pero bueno, mejor dejo que hable ella.
1.
¿Qué es lo más drástico que has hecho por el arte?
Juraría que nunca he hecho nada realmente drástico, ni en el arte ni en
otras facetas de mi vida. En parte porque siempre he sido sensata y práctica y
también porque no me he visto en la necesidad de tomar decisiones radicales por
o para el arte. Para mí, el arte es emoción, evasión, aquello que embellece,
perfecciona o pone de manifiesto una verdad, un sentimiento. Un punto de
locura, también, algo que te eleva, pero no hasta el punto de hacerme olvidar
que mis pies siguen en el suelo.
2.
El mejor consejo que has recibido de un artista.
Sigue adelante, y me lo dio una amiga común (Mara <3 ). Una vez que entras
en el proceso de intentar dar a conocer tu trabajo es fácil obcecarse, dedicar
demasiado tiempo a pensar en las cosas que no salen como a uno le gustaría,
dejarse paralizar por las dudas… Creo que es bueno y natural dudar e inevitable
desilusionarse en ocasiones, pero lo que no lleva a ningún sitio es quedarse anclado.
Es necesario soltar lastre y dedicar la energía a nuevos proyectos, nuevas
ideas.
3.
Si tuvieras que vivir en el interior de un cuadro, ¿cuál sería?
Se me ocurre Las hilanderas, de
Velázquez. Me gusta por la época, por las mujeres concentradas en su tarea, por
las damas que observan el tapiz del fondo, por las referencias clásicas y
mitológicas y sobre todo por el ambiente de cotidiana intimidad que transmite la
escena. Me sugiere la sensación de que esas mujeres tienen muchas cosas
interesantes que contar y no me importaría estar en un rincón escuchando.
4.
Los escritores se nutren de obsesiones. ¿Cuáles se reflejan en tus obras?
Hace poco leí un post, se llamaba Diez cosas de las que nunca hablan los escritores, y una de ellas era de sus obsesiones…Pero para no esquivar la
pregunta, diré que por supuesto que las tengo y que siempre están ahí, más o
menos presentes: las relaciones familiares complicadas, la culpa, la necesidad
de redención, las épocas de transición y cambio, la pérdida, los perdedores. No
me digas por qué razón, pero me gusta mucho la estética del perdedor. Me cuesta
identificarme con los protagonistas que lo hacen todo bien, que todo les sale
bien, que no dudan, que no desfallecen. Me gustan más las imperfecciones y
prefiero que mis personajes tengan debilidades, y en la medida de lo posible
que las superen, pero siempre con algún coste.
5.
En una entrada de este blog hablé al público acerca de mi campo semántico
personal y me gustaría que compartieras el tuyo. Puedes acompañarlo de una
reflexión acerca de tu estilo.
Verdad,
confianza, entrega, coincidencia, rendición… Todas mis historias son historias
de amor, y cómo no concibo una trama sin conflicto, siempre uno de los dos
tiene que oponer una resistencia. Y lo que más me gusta es reflejar cómo esa
resistencia se desvanece. A veces tarda más, a veces menos, pero lo usual es
que cueste mucho. Por otra parte, algo que necesito y que trato de poner en
práctica es variar, cambiar de circunstancias, de época, de premisas, y de
estilo. Cada proyecto que he emprendido requería de unas reglas y un tono
propios. No es lo mismo el modo en el que está contado El juego de la inocencia, con un lenguaje más rebuscado, pero que
confiaba en que le diese el brillo a la historia, que La Dama del Paso, que tiene un tono más épico y evocador, o que Tú en la sombra, que transcurre en la actualidad
y está narrada con frases más cortas y sobrias.
Y lo mismo
ocurre con las demás, trato de adaptarme a lo que quiero contar y, de hecho,
cuando comencé a escribir, entre una de esas muchas inseguridades que te
asaltan, solía pensar que me faltaba estilo propio. Pero ahora que llevo más
escrito, tengo más claros los puntos comunes, y diría que todas mis novelas se
caracterizan por ser muy visuales y apoyarse en la acción. Todo lo que ocurre,
ocurre por algo, tiene una función y una consecuencia. Me gusta también que la
ambientación sea un factor importante pero que no robé protagonismo a la trama,
me atraen los sobreentendidos, y trato de expresar las ideas y los sentimientos
con claridad, pero con toda la delicadeza que puedo, con contención, porque los
excesos no son lo mío.
6.
¿Qué fue lo más complicado de escribir El juego de la inocencia?
Mientras escribo me suele ocurrir que
antes o después se me haga muy cuesta arriba seguir adelante. Es ese momento en
que la historia no te convence, no ves muy claro cómo seguir, todo parece
sujeto con alfileres... Lo único que vale en estos casos es ese consejo de
Sigue adelante. Con El juego también
me pasó, pero si te digo la verdad, cuando pongo punto final se me olvidan
todos los inconvenientes. Tenía muchas reservas antes de empezar El juego y también mientras la escribía,
a ratos pensaba que las escenas de sexo eran demasiado tímidas y otras que me
pasaba de la raya. Pero dudas aparte, la
realidad es que disfruté mucho escribiéndola. No me “costó”.
7.
Cuéntanos algo de esta novela que no te hayan preguntado hasta ahora. Me
gustaría que hicieras lo mismo con La dama del paso, Mentiras y sueños, Tú en
la sombra y Kate Bentley.
Que no me
hayan preguntado… Pues podría ser qué es lo que destacaría de cada una de
ellas, también podría ser lo que menos me convence, pero ¿te parece si eso lo
dejamos para otra ocasión? XD
De El juego de la inocencia lo que más me
gusta es Louis d´Argenteuil, por mucho que haya sido un personaje por el que
algunos lectores han sentido rechazo, creo que es él quien le da fuerza y
personalidad a la novela y le va que ni pintado eso de que no deja indiferente.
De La Dama del Paso podría decir que
Arianne, pero me quedo con sus secretos y la forma en que los va revelando, sin
ceder apenas, pero de forma que, cuando cae la cortina, me gustaría que quienes
leen pensaran: por supuesto, ya lo sabía.
De Mentiras y sueños, escojo los diálogos, porque
además están mucho más presentes que en cualquiera de las otras y quería que
fuesen rápidos y con chispa. De Kate
Bentley me pierde la tensión contenida que se respira entre los
protagonistas casi desde el principio hasta el final y de Tú en la sombra elijo el planteamiento, la duda que acosa a Jorge
sobre si Irene es o no quien él cree y que le trae de cabeza y espero que con
él a todos los que se animen a conocerle.
8.
¿Cómo es tu método de trabajo? ¿Sigues horarios? Háblanos un poco de tu
rincón de trabajo.
Mi método es
muy elemental. Solo necesito una idea que capte mi atención y dejar que la
trama y el carácter de los personajes se vayan perfilando. Cuando veo claro el
desarrollo y el desenlace es cuando comienzo a escribir. Siempre en el portátil,
nunca a mano. Me adapto al tiempo que me dejan libre las obligaciones, pero procuro
marcarme unos objetivos, un mínimo de palabras o una fecha.
Lo usual
es que esté más tiempo sin escribir que escribiendo, dejo bastante espacio
entre proyecto y proyecto, necesito despegarme de la historia y cada vez me
cuesta más. Y mi rincón de trabajo está donde está mi portátil. Solo necesito
un poco de tranquilidad.
9.
¿Contradicciones en
tu proceso creativo? ¿Corriges mucho o piensas que en exceso puede llegar
a enfriar la obra?
Pues resulta que corrijo mucho, pero cambio
muy poco. Sobre todo, es cuestión de matices, de limar expresiones y añadir
detalles. Quizá suene obcecado o poco profesional, pero nunca he reescrito una
trama ni modificado un hilo y jamás he eliminado una escena. Soy muy
consecuente. Una vez que decido algo, lo que sucede tiene que ser coherente con
lo anterior, de modo que los acontecimientos caigan por su propio peso.
Lo que sí hago es dejar pasar el tiempo que
sea preciso antes de que vea la luz. Es inevitable además si trabajas con una
editorial. Publicar lleva sus plazos y hay que armarse de paciencia. Mientras
tanto reviso, reviso y reviso y trato de descubrir todas las pequeñas cosas que
pueden deslucir el texto.
10. ¿En tu opinión en qué medida
influyen el lugar de nacimiento y el entorno para ser escritor?
Supongo
que todo influye. Todas las experiencias, las circunstancias, pero sin duda
escribir es una de las cosas más asequibles y más alcance de los que
verdaderamente lo deseen. Es cuestión de probar y ver cómo de lejos puedes
llegar.
11. ¿Cómo fueron tus inicios como
escritora? ¿Cuándo te diste cuenta de que te gustaba esto de juntar letras?
Fueron por
pura diversión y también por un pique personal. En un foro y con un grupo de
amigas. Se me ocurrió una idea. Algo que pensé que les gustaría. Iba a ser algo
sencillo, no más que un relato. Me dije que podía hacerlo y además hacerlo
bien. Ya que me ponía… Solo se trataba de poner en limpio y en orden unas
cuantas líneas claras. Y fue tan adictivo… Por dos años me asaltó una especie
de fiebre, acababa una historia y a las dos o tres semanas empezaba otra. No se
me ocurría pensar en publicar, lo hacía solo por lo mucho que disfrutaba, por
lo que tenía de reto. Y es la misma razón por la que lo sigo haciendo.
12. Escritura terapéutica. ¿Cómo lo ves?
¿Qué supone para ti el acto de escribir?
Reconozco el valor de la escritura como
terapia, pero en mi caso no lo definiría así. Escribir me divierte, me atrapa,
me supone un desafío. Pero también es un motivo de inquietud. Cuando no estás
convencida o no ves el modo de avanzar, cuando piensas si todas esas palabras
que significan tanto para ti tendrán sentido para los demás. En cierto sentido,
escribir me complica la vida, pero una vida más simple sería también más
aburrida. Así que elijo el riesgo. Esa sería mi definición: escribir es arriesgar.
Genial, como siempre ^^ es un placer leer a Marisa y me ha encantado contrastar las respuestas y ver que somos muy afines sin ser iguales :)
ResponderEliminarLo del riesgo doy fe de que arriesga siempre y no cambia de idea, defiende lo que ama y eso se ve en cada novela :)
ha sido precioso tener la sobremesa con vosotras, de nuevo te digo, geniales preguntas, Ana.
un abrazo muy fuerte para las dos <3 <3 <3
Gracias por compartir esa sobremesa con nosotras :)
EliminarMe alegra saber que os gustan las preguntas, al menos intento que no sean las que hace todo el mundo.
El tema de las entrevistas es algo que me fascina, durante unas líneas logras colarte en el mundo interior del entrevistado y él te deja pasar, casi sin darse cuenta... je, je.
¡Un abrazo enorme!
Una entrevista estupenda. Marisa me parece una escritora muy cercana y eso me encanta. Como ella dice, la clave es disfrutar de lo que se hace, divertirse en el proceso (con piques o sin ellos) es adictivo :)
ResponderEliminarLa verdad es que Marisa es un amor :)
EliminarUn buen ejemplo de divertirse fue para mí El juego de la inocencia, que fue la novela con la que conocí y me pareció deliciosa.
¡Un abrazo, amiga!