20.1.16

EL MÚSICO Y EL CHAMÁN ERAN DE ALGÚN MODO LOS MISMOS PERSONAJES. LO QUE PODEMOS APRENDER DE AMANDA PALMER

Vernos unos a otros es difícil. Fuente.


Cuando Amanda Palmer se licenció en la universidad a los veintidós comprendió que no quería un trabajo de verdad. Lo que ansiaba era convertirse en una Artista de Verdad. Sin embargo, los adultos le preguntaban una y otra vez a que quería dedicarse, la respuesta variaba en función de su interlocutor; la verdad en su mente sonaba ridícula: 
Estrella del rock.

Se vistió con un traje de novia, se pintó la cara de blanco y recogió algunas flores que regalaba a los viandantes que tenían un dólar para ella. Se ganó la vida como estatua viviente. Formó su primera banda, The Dresden Dolls a los veinticinco y debutó con una discográfica a los veintiocho, algo que en la industria es poco menos que alcanzar la fama al llegar a la tercera edad. Fue protagonista del crowdfunding más exitoso de la historia de la música e hizo tambalearse los cimientos del modelo tradicional.
El arte de pedir nos habla de pedir, dar, el arte y el amor. Surge a raíz de su conferencia TED homónima donde compartió lo que había aprendido a lo largo de toda su vida sobre ganarse la vida haciendo arte.

Las citas que encontraréis a continuación las he sacado del libro, que si bien se centra casi todo el tiempo en la música, es igualmente aplicable a otras disciplinas artísticas... a la vida.

1. La vida es improvisación.



Si analizamos como funcionan el jazz y gran parte de la música moderna en la actualidad nos daremos cuenta de la importancia que la improvisación tiene. Para la gente ajena al mundo de la música esto siempre ha supuesto un misterio insondable y la realidad es que todos esos bellos motivos no surgen de la nada. Los músicos van adquiriendo a lo largo de muchos años de aprendizaje toda una serie de recursos que se ponen al servicio de su creatividad y que les permiten expresar los claroscuros de su mundo interior.
Así visto tiene mucho sentido y si nos paramos a pensarlo en la vida sucede lo mismo. Por mucho que nos empeñemos somos incapaces de controlarlo todo (sí, aunque seamos adictos a las listas y a la creación de mundos en realidad no tenemos el control), vamos capeando el temporal, improvisando sobre la marcha. Reaccionamos en base a las experiencias que hemos obtenido.  

Tanto en el mundo del arte como de los negocios, la diferencia entre los aficionados y los profesionales es sencilla:
Los profesionales saben que improvisan sobre la marcha.
Los aficionados fingen que no.

Amanda insiste mucho en esto a lo largo de su obra. Si lo extrapolamos a la escritura no se trata de elegir la brújula en detrimento del mapa. No. No se trata de eso. A veces tenemos el relato, la novela o lo que sea planeado al milímetro y aparece una buena idea, puede ser un personaje o un giro que ni siquiera tú has previsto. Conozco a autores que se cierran en el acto, no quieren saber nada, consideran humillante no tener el control total de su trabajo. Es una pena que desechar este material, nunca sabrás a dónde te habría llevado.
El arte de pedir se puede aprender, estudiar y perfeccionar. Los maestros del pedir, como los de la pintura y la música, saben que el campo del pedir se basa fundamentalmente en la improvisación.
Mi método de enfrentarme a la hoja en blanco, en lo que se refiere al relato, podría ilustrar bien esto. Algunos ya están maduros en mi mente, conozco a grandes rasgos todo lo que va a suceder. Otros me los tomo como un ejercicio para mi imaginación e improviso sobre la marcha. Este segundo método normalmente requiere una corrección más intensa y aun así el resultado merece la pena. Algunos de los relatos de los que más orgullosa estoy pertenecen a esta categoría.

Cada uno tiene su forma de enfocar la creación.
Yo siempre he defendido el uso de brújula y mapa en función de la naturaleza de la obra, está claro que para algo histórico o con tintes detectivescos no es recomendable.

No automutiles tu creatividad.
¡No te conviertas en un obseso del control! 

2. Digerir el sufrimiento propio y el del mundo que nos rodea: transformarlo en arte.
 


Escribir es terapéutico. Nos ayuda a entendernos a nosotros mismos y al mundo en el que existimos. También nos permite construirnos, es imposible negar que nos cambia al igual que casi todo lo que experimentamos, no somos los mismos que seremos mañana.
Volviendo al tema de la curación, muchas de las obras más bellas nacen precisamente de nuestro dolor o de las miserias de los otros que tomamos como nuestras en un acto supremo de empatía. Podemos cogerlo, transmutar su naturaleza y hacer arte.
Ya sabes que el artista y el curandero eran la misma persona. El músico y el chamán eran de algún modo los mismos personajes.
Me vienen a la mente disciplinas como la musicoterapia, bueno, en genral nos valen todas aquellas que utilizan el arte para curar. Un artista habilidoso es capaz de cambiar el estado de ánimo de su público. ¿Cuándo fue la última vez que te invadió la melancolía al escuchar una balada o un lied? ¿No te causó repulsión esa obra? El impacto siempre está presente en el buen arte ya sea inmediatamente o unos zarcillos que se van abriendo paso a través de nuestra mente y emociones.

Todo el dolor que nos guardamos para nosotros se enquista. El arte nos permite compartirlo con los demás, decir: eh, no estáis solos. Son nuestras miserias las que dotan de una dimensión de realidad a nuestras creaciones. No todos podemos sentirnos familiarizados con las grandes hazañas; pero sí con las derrotas.

Es una lástima que se haya perdido esa visión del artista como mago y sanador. 
La magia perdura a través del arte.


 3. Internet lo ha cambiado todo. El autor ya no es un ermitaño ni un dios intocable. No hay intermediarios.

Se acabó lo de adorar a ídolos lejanos e inalcanzables. Los artistas son reales. No satisface a todos este nuevo modelo, muchos se resisten a establecer una relación sea del tipo que sea con sus fans más allá de firmar o aparecer en los medios tradicionales.
Al terminar una lectura que me ha marcado lo primero en lo que pienso es en poder transmitirle a su autor lo que ha significado su trabajo para mí, darle las gracias por crear. Tras una búsqueda rápida en la red es sencillo averiguar si esto es posible o no.
Lentamente, iba viendo que Los Medios de Comunicación —los tradicionales, en cualquier caso— importaban cada vez menos. La capacidad de conectar directamente, bajo nuestro propio paraguas, dejaba algo muy claro. Nosotros éramos Los Medios.
Es común encontrar reseñas en la red que cuentan comentarios de los propios autores.
La relación que Amanda tiene con sus seguidores es cercana, de naturaleza recíproca. Un buen ejemplo son los escritores autopublicados que lanzan su obra a todo aquel que quiera sumergirse en ella.

Si los medios tradicionales no quieren escuchar no es el fin del mundo, probablemente haya alguien al otro lado dispuesto a concedernos un poco de su tiempo.

4. Conectar los puntos. La licuadora artística.

A medida que pasan los años mi comprensión de que lo que nos rodea pertenece a un todo se va reafirmando. Las artes se retroalimentan, la mitología las nutre, también toman un poco de Spencer Stanhope, Platón o Hayden. La inspiración no discrimina, las musas siempre están hambrientas.
Cada artista conecta los puntos de forma distinta. Todos empezamos con los ingredientes vivos y frescos que proceden de la realidad de nuestras experiencias (un desengaño amoroso, un dedo, un padre, un globo ocular, una copa de vino) y los arrojamos a la Licuadora Artística.
Ya hemos dicho arriba que nuestras miserias le otorgan un halo de verosimilitud  a lo que escribimos. Puede que lo que escribamos no sea real, pero lo que siente el lector sí lo es. Ya de forma inconsciente dejamos pedacitos de nuestra alma aquí y allá, en una segunda lectura atenta probablemente los identifiquemos. En ocasiones necesitamos de un tercero que diga: es esto, ¿verdad?
Puede que la obra tenga mucho o poco de nosotros, pero la esencia estará ahí.

También hemos mencionado el poder terapéutico, no se trata solo de evasión, sino de comprensión y  empatía. Esto sucede porque hay un componente de realidad. Al fin y al cabo incluso las historias más fantásticas en el fondo hablan de temas universales como el amor, la muerte, la añoranza, las ambiciones y anhelos del hombre... ¿qué puede haber más real que aquello que nos mueve?

De ti depende la cantidad de realidad que añades a la mezcla.
Solo tú decides si te vacías o no en esa batidora.
Mis canciones son personales e íntimas; muchas son una crónica de mi vida interior. Me sumerjo en las profundidades de mi propia experiencia y la vuelco sobre la página, a veces desnuda y a veces disfrazada. 

 5. La policía antifraude. ¿Quién es un verdadero artista?

¿Alguno de vosotros siente vergüenza cuando le dice a alguien que escribe? ¿Pintas, tocas la flauta travesera, practicas ballet? Da igual, si es arte lo dirás con la boca pequeña salvo en contadas ocasiones.
La gente que se dedica al arte entabla a diario un combate callejero con la Policía Antifraude, porque buena parte de nuestro trabajo es nueva y no resulta de fácil catalogación. Cuando eres artista, no hay nadie que te lo comunique ni que te dé con la varita mágica de la legitimidad. Tienes que darte en la cabeza con tu propia varita hecha a mano. Y te sientes un imbécil cuando lo haces.
A parte de las típicas preguntas mal intencionadas de: ¿y eso para qué sirve? El peor de nuestros enemigos está más cerca de lo que imaginamos, es más, incluso nos acostamos con él. Sí, nuestros pensamientos negativos, miedos e inseguridades.

En muchos casos no hay estudios reglados que acrediten tu condición de artista. Son muchos los estudiantes de Bellas Artes, Danza o Música que terminan su formación cortados por el mismo patrón, no me malinterpretéis conocer la tradición es muy importante, sobre todo si lo que quieres es romper con ella.
No hay un camino correcto para convertirse en un artista de verdad. Uno puede pensar que ganará legitimidad si va a una escuela de arte, si publica o si firma un contrato con una discográfica. En realidad son chorradas y todo es una cuestión mental. Uno es artista si dice que lo es. Y es un buen artista si consigue que alguien experimente o sienta algo profundo o inesperado.
 A medida que juntamos letras, pintamos o componemos nos preguntamos si lo que hacemos llegará a alguna parte, si podremos ganarnos la vida con ello o por lo menos que se nos pague por nuestro trabajo. Porque digan lo que digan, esto es un trabajo. El sacrificio es una constante en la vida del artista por mucho que la improvisación y la suerte jueguen un papel importante, mas si falla la base será imposible alcanzar el Olimpo (cada uno entienda esto por su meta).
Te hemos estado observando y tenemos pruebas de que no tienes ni idea de lo que estás haciendo. Se te acusa del delito de improvisarlo todo sobre la marcha, eres culpable de inventarte las cosas según va conviniendo, en realidad no te mereces tu trabajo, te lo vamos a quitar todo y se lo vamos a decir a todo el mundo.
Como dice Amanda Palmer, si dices que eres un artista lo eres. Otra cosa es que seas bueno o malo. ¿Recordáis el impacto del que hablábamos antes? Si la obra conmueve, si emociona o enfurece a la audiencia... se trata del trabajo de un buen artista. Creo que la indiferencia es lo peor a lo que podemos aspirar como artistas.

No escuches a esa vocecilla que te dice que eres un fraude.
No hagas caso, te mereces este trabajo.
Te mereces ser feliz.

Para terminar os dejo la conferencia TED , como dice Caitlin Moran: Amanda Palmer le muestra alegremente a toda una generación algo que les puede cambiar la vida. 



8 comentarios:

  1. Me ha encantado! :-))))))))))) ^^
    Algún año podré hacerme con este libro y estoy segura de que será toda una experiencia porque me he leído toda la entrada y sabes ¿qué ha pasado? que me siento fuerte, menos fraude, sé lo que es pensar que lo que escribes no significa nada, o que no llegará al lector, o que estoy perdiendo el tiempo, y al leerla a ella a través de ti, me he dado cuenta de que tengo que dejar aparcados esos sentimientos negativos, y seguir en pie.
    Seguir sintiendo y expresando en papel mis desvaríos y anhelos, porque al final es lo que soy. Aunque muchos no lo entiendan. Una mezcla de locura, palabras y deseos.
    Creo que para esos días de dudas no hay como una bofetada de enseñanza de Amanda Palmer para mostrarte el camino al que has de regresar ;-)
    Vi la conferencia porque la recomendó Mara, y me quedé totalmente flasheada, la admiro todavía más. Si ya admiraba su música, en esa época dark cabaret que buscaba todos los días algo nuevo, después de leer esta reseña de su libro, la admiro todavía más. Porque hay personas que luchan por sus sueños, que innovan y que se enfrentan a la vida valientes y sis miedos.
    Mil gracias por esta entrada, sweetheart! <3 <3 <3
    La necesitaba!
    Un abrazo enorme!

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    1. Estoy segura de que sabrás sacarle partido a este libro :)
      A mí me sucedió lo mismo, te hace sentir más fuerte, porque hay días en los que no sabes si avanzas... pero de repente te das cuenta de que has dado otro paso.

      Yo el vídeo de la conferencia lo vi en el blog de Carlos y no la he podido olvidar. Cuando Mara la compartió volví a verla y el impacto fue el mismo.

      Me alegra saber que con el artículo he llegado en el momento justo.

      ¡Un abrazo enorme y mucho amor desde este rincón!

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  2. Genialosa entrada, buen escogidos y esgrimidos los argumentos. TE VEO ;) y ahora te comparto <3 <3 <3
    ¡Un abrazo inmenso!

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    1. Me alegro de que hayas disfrutado con ella.
      Yo también TE VEO, amiga ^^

      ¡Otro abrazo enorme para ti!

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  3. Me alegro mucho de que te haya gustado el libro y te haya servido para hacer esta entrada. El arte de pedir ayuda mucho, incluso cuando estás solo por el camino. Muchas de las cosas que he hecho últimamente no las hubiera hecho si no hubiese descubierto o redescubierto gran parte de las cosas que señalas en tu texto y de las que Palmer nos habla en su libro. Con los años, he aprendido a cerrarme y seguir en mi mundo, sin sentir la necesidad de decir que escribo. En cambio, en los últimos meses he intentado cambiar eso. No sé qué resultados terminará dando, pero lo que sí sé es que al menos hablo un poco más con el mundo y eso, como defiende Palmer, no está nada más.

    ¡Gran entrada! ¡A seguir así!

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    1. Gracias por leer y descubrirme el libro, Carlos :)
      Yo estuve muchos años escribiendo en silencio, básicamente lo sabía una amiga. Hasta que no estaba en el segundo curso del instituto no empecé a contárselo a más gente. Ahora se lo digo sin más a todo aquel que pregunte, a pesar de esas preguntas del tipo ¿y eso para qué...?

      Mucho ánimo con la nueva novela, estoy segura de que las semilla que Amanda ha introducido en nosotros nos ayudarán a aprender mucho. Puede que no todo sea positivo, pero si continuamos aprendiendo y disfrutando sabremos que vale la pena continuar juntando letras.

      ¡Un abrazo!

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  4. Pedazo de entrada te has currado, Ana.

    A mí no me resultaría nada fácil describir de este modo tan bien organizado ninguna lectura. Cada párrafo me ha resultado un aprendizaje nuevo.

    No sigo a esta artista, aunque sé quién es y vi la charla TED antes de llegar a esta entrada, pero no deja de maravillarme su arrolladora personalidad. Es una de esas personas que reflejan en todo su ser lo que de verdad significa estar vivo. Eso me encanta y me parece digno de admirar. Y eso siendo una persona sin ese tipo de sensibilidad para el arte. Yo no veo lo que muchos veis o sentís con artistas de esta talla ni con sus obras. Y si yo, que carezco de esa sensibilidad, me asombro con una persona con tal carisma, no quiero imaginar lo que sentís vosotros.

    Me he sentido muy identificada con el último punto. Las veces que me he callado que soy escritora no tienen comparación con las veces que lo he dicho. Luego me avergüenzo por avergonzarme, es muy extraño. No puedo negar que me ha fastidiado horrores cuando gente de mi propia familia me ha hecho la típica pregunta de ¿eso para que sirve? Entonces, cuando me preguntan a qué me dedico digo que soy psicóloga y, sorpresa, nadie me pregunta para qué sirve eso.

    Déjame decirte que, a parte del interés de lo que cuentas, he disfrutado mucho de la entrada porque se nota lo que has disfrutado escribiéndola. Traspasa la pantalla la sensación de que esta lectura te ha cambiado, conmovido, emocionado...

    Gracias por hacernos partícipes ;)

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    1. Me ha hecho mucha ilusión leer tu comentario, Carmen :)
      Es una pena que las artes estén tan maltratadas, incluso cuando están regladas, en mi caso también me ha pasado con la música, que es lo que estudio. Tengo el título del Conservatorio y me siguen preguntando algunos que eso para qué sirve... pero luego ¡sorpresa! todos consumen arte de una forma u otra.

      Sí, recuerdo que en otra ocasión comentabas lo mismo respecto a tus sentimientos por el arte, cada uno lo vive de una manera y es un mundo. No hay una forma correcta o incorrecta. Sin embargo me alegra saber que has disfrutado leyendo a pesar de toda su extensión.
      Y es cierto, Amanda es una persona arrolladora: su arte es ella y ella es su arte.

      Su marido, Neil, tiene otro carácter y otra forma de vivirlo y aún así crea obras realmente conmovedoras.

      Un abrazo enorme y gracias por esta siempre ahí :)

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Bienvenidos a mi mundo :)