3.8.14

Prodigio (Robot City #4 )



 Volvió a encogerse de hombros y volvió a mirar a las estrellas. No las miraba solamente para analizarlas en busca de una pista, o con el fin de saber en dónde estaba ubicado el mundo en que se hallaba, sino también para interrogarlas, como creía que habían hecho innumerables hombres y mujeres en el transcurso de la historia.
Título: Prodigio
Autor: William F. Wu
Saga: Robot City 4.
Editorial: tombooktu.
Páginas: 206.
Precio: 9,95 €.
Sinopsis: Un hombre sin memoria llega a una extraña ciudad de robots. A su lado, una joven misteriosa se enfrenta a una locura fatal. De lleno en el auge de un renacimiento robótico, ven como la conciencia positrónica emerge en nuevas formas de arte, arquitectura, música y... un roboticidio.
Para Derec y Ariel, el robot asesino es el enigma más peligroso que surge en la sociedad cibernética de Robot City. ¿Llegará esta amenaza mecánica a su culminación antes de que puedan huir del planeta?


¿Arte en Robot City? Un misterioso edificio artístico ha sido visto por Derec y sus amigos en plena ciudad. No existen otros humanos en el planeta aparte de Derec y Ariel, tampoco ha sido cosa de Wolruf, por lo tanto debe ser obra de un robot.

Algo está cambiando en las conciencias de los robots del doctor Avery, ya que la arquitectura solo será el principio. Lucius, el autor de esta primera obra de arte, el Disyuntor, no será el único. Harry muy pronto se interesará por el humor humano, lo estudiará y después tratará de provocar risas él mismo. Este mismo robot junto a otros dos compañeros se interesará por la música, construirán rudimentarios instrumentos y comenzarán a tocar jazz.

—Máster Derec, ¿es esto lo que los humanos llaman belleza? —inquirió Mandelbort, con una curiosa vacilación entre las sílabas.

—Es una forma de la belleza —asintió Derec, tras meditar un instante. Miró al robot y comprendió que este tenía más preguntas en la mente—. Un espectador siempre puede hallar la belleza en una cosa, con tal de que la busque.

—¿Será siempre tan bello, este edificio?
Derec, fascinado, muy pronto trabará amistad con Lucius. Por desgracia esto dura poco, ya que al día siguiente Ariel encuentra el cadáver del prometedor artista. ¡Un roboticidio! En principio ninguna ley protege a los robots de los ataques de sus congéneres, pero ¿qué podría motivar semejante comportamiento?


Shakespeare tendrá gran importancia en esta novela, en especial una de sus obras más famosas, Hamlet. Un fabuloso teatro ha sido construido en la ciudad y Derec y sus amigos se disponen a sacarle partido al New Globe.

El libro comienza con el acostumbrado prólogo de Isaac Asimov, en esta ocasión nos plantea una pregunta:
«¿Existe algún ser humano al que un robot pueda envidiar realmente? Ningún robot sensible desearía padecer la fragilidad humana. Podría anhelar la capacidad humana para la mistad y el amor, su curiosidad, su ansia de poseer experiencia. De todos modos, lo que más envidiaría ese robot es el sentido del humor humano».
Sí, el prólogo trata sobre el sentido del humor, reflexiona sobre por qué nos hace tan humanos.
Este tema junto con el de la creatividad, hacen de esta novela un volumen muy interesante.
Poco a poco avanzamos en la trama, no descubriremos nada nuevo sobre la identidad de Derec, pero sí sobre el doctor Avery. Y el final de la novela cambiará las reglas del juego.

—¿Qué pasa aquí? —gritó—. ¿A qué clase de juego estáis jugando con mis robots?

—¡Por las siete galaxias! —exclamó Derec—. ¡Tú debes ser el doctor Avery!

—¿Quién, si no? —replicó el recién llegado.
Solo tengo una pega, en Prodigio la traducción vuelve a ser demasiado floja. Muchas frases suenan forzadas, las descripciones pierden el encanto que uno intuye tratan de transmitir. Es una pena, ya que la trama es apasionante.

Solo me queda decir que estoy deseando seguir con el quinto libro, Refugio.

Gracias a tombooktu por el ejemplar.


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